domingo, 22 de agosto de 2010



El Azucar y los efectos de su consumo en exceso
Longevus

(Los azucares, harinas blancas, productos de pastelería y panadería)

No necesitamos añadir azúcar a nuestra alimentación pues se encuentra en todas partes (pan, pastas, frutas). La búsqueda del sabor dulce es innata.
Para otros, resultaría de un condicionamiento social y cultural, probablemente también psicoanalítico: la madre que conquista a su hijo presentándose como la única fuente autorizada de dulces; el niño castigado por haber comido muchos caramelos.

El azúcar pura en cantidad excesiva puede ser peligrosa porque desajusta los delicados mecanismos de regulación que permiten almacenar y “quemar” los azúcares simples.

Este desajuste favorece la gordura (almacenamiento de azúcar en forma de grasa por intermedio del hígado). Favorece también la diabetes (respuesta incorrecta a la producción de insulina por el páncreas); fatiga las células del páncreas.

¿Por qué y Cómo?
¿Qué pasa cuando comemos un trozo de pan (azúcares complejos de asimilación lenta) o cuando comemos un terrón de azúcar (azúcar simple de asimilación ultrarrápida)?

PAN:

  • Durante la digestión, las largas cadenas del almidón se fraccionan en azúcares simples (glucosa).
  • Estos azúcares se vierten poco a poco en la sangre.
  • El páncreas produce insulina a medida que va llegando azúcar a la sangre.
  • La insulina ayuda a almacenar la glucosa en el hígado, en forma de glucógeno, para su utilización posterior.
  • Este mecanismo es producto de una evolución de millones de anos. La cantidad de insulina y de ácidos grasos en la sangre se mantiene a un nivel optimo, “inventado” por la evolución biológica.


AZÚCAR:

  • Las pequeñas moléculas de azúcar se vierten rápidamente en la sangre en forma de glucosa.
  • La llegada del azúcar se produce masivamente, como un torrente que estimula una fuerte rápida producción de insulina por el páncreas (pico de insulina).
  • La cantidad de insulina circulando por la sangre es entonces demasiado grande. Su nivel se hace muy alto. El azúcar es rápidamente almacenada y quemada, pero la acción de la insulina es demasiado eficaz y el nivel de azúcar en la sangre desciende por debajo del normal: es el estado de hipoglucemia,
  • Este estado se caracteriza por síntomas bien conocidos como el “bajón” de las 11 Hs.: fatiga, depresión, falta de concentración, que pueden acarrear accidentes de trabajo o de la circulación.
  • En estado de hipoglucemia se busca azúcar o café, que tiene como efecto liberar el glucógeno del hígado y asestar un “latigazo” inmediato por la acción indirecta de la adrenalina y el derrame de azúcar en la sangre. Se crea así un circulo vicioso peligroso, una dependencia similar a la de una droga.


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